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Actitudes y Valores de la persona

aptitudes de los ancianos http://encolombia.com/medicina/enfermeria/enfermeria3400-actitud.htm(hecho por ELVIS CHERO CHIROQUE)

Aptitudes de los ancianos

Las actitudes hacia el envejecimiento forman parte del funcionamiento

personal de los seres humanos, independientemente del periodo del ciclo vital.

Sin embargo, en España, hay relativamente pocos trabajos centrados en la

identificación de esas actitudes y mucho menos en la población de personas

mayores de 65 años, justamente aquellas que ya tienen el calificativo de

"viejas".

Por otra parte, se han constatado los compromisos diferenciales de las

actitudes con el bienestar personal, en distintos grupos.

Se realizaron sendas factorizaciones para los cuestionarios de actitudes, el CV

“Características de la Vejez” (Morgan y Bengtson, 1976) y el AE “Actitudes

hacia el Envejecimiento” (Kilty y Feld, 1976). Para el CV se obtuvieron dos

factores: CV1: “Perspectiva positiva y realista de la vejez” y CV2: “Perspectiva

negativa de la vejez”. Y para el AE, tres factores: AE1: “Actitudes positivas

generalizadas hacia la vejez”, AE2: “Actitudes negativas en el área laboral de la

vejez” y el AE3: “Actitudes positivas y fantasiosas de la vejez” (Castellano

Fuentes, 2005).

Se evaluaron las actitudes hacia el envejecimiento con factores de

personalidad normal en estudiantes universitarios de psicología, en los niveles

de pre-grado y post-grado (Miguel, en prensa).

OBJETIVOS

��

Evaluar parte de las actitudes hacia el envejecimiento en dos grupos de

ancianos demográficamente diferentes y uno de estudiantes

��

Analizar los compromisos de estas actitudes con distintos indicadores de

satisfacción en ancianos

 

 

 

ACTITUD DE LOS NIÑOS DE LA ESCUELA SERREZUELITA
DE FUNZA FRENTE A LOS ANCIANOS

Las modificaciones actuales en la estructura familiar en donde niños y viejos comparten cada día L espacios de vida, con problemas muchas veces por falta de compañía y afecto, hacen que enfermería busque algunas alternativas para responder a estas situaciones de manera integral. Por lo general, la literatura recomienda en forma persistente vincular edades extremas que mutuamente podrían resolver muchos de los conflictos de las dos generaciones, aunque algunos autores se cuestionan la conveniencia de unir personas dependientes.

En la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia se ha optado por apoyar la creación de un programa intergeneracional para el apoyo de niños y ancianos, y como parte del mismo ha iniciado con la presente investigación para determinar cuáles son las actitudes que esos niños tienen frente a los viejos. Se buscó con esto tener una base sólida de trabajo que permitiera clarificar los objetivos del programa comunitario de extensión universitaria.

Desde hace algún tiempo el Municipio de Funza ha mostrado particular preocupación por el fortalecimiento del área de la familia y particularmente por el sector de los niños y los ancianos. Es así, como en el plan de Gobierno de los dos últimos alcaldes es en estos grupos en quienes se ha concentrado la política social.(2)

Por otra parte, es allí donde la Universidad Nacional de Colombia participa con su Programa de Extensión Universitaria el cual inició desde 1993 desarrollando en el Sector de Serrezuelita un Programa de Salud Familiar que posteriormente adquirió un carácter de proyecto de desarrollo para el Cuidado de la Salud a nivel Municipal(3) En el sector Serrezuelita y de acuerdo con el censo poblacional de 1993, se pudo establecer que los niños constituyen el 35,5% de los habitantes y los ancianos el 5,1% de los mismos. Dentro de estos niños es importante recalcar que aproximadamente el 74,1% de ellos se considera en edad escolar, es decir entre los 6 y los 18 años.(4)

 

 

Esta circunstancia junto con el acelerado envejecimiento poblacional que hace prever un gran aumento en el número de ancianos, las modificaciones en la estructura familiar, los problemas que se reportan continuamente entre los grupos de niños con falta de dirección, compañía y afecto, y los problemas de los viejos dentro de los cuales el aislamiento y el desconocimiento del proceso de envejecimiento son frecuentes, hacen en suma buscar soluciones que respondan a tan complejas situaciones de manera integral.

La mayoría de la literatura gerontológica, al igual que la literatura orientada al desarrollo infantil, recomiendan en forma persistente vincular edades extremas que mutuamente podrían resolver muchos de los conflictos de las dos generaciones, sin embargo, a pesar de las indicaciones sobre la creación de programas intergeneracionales para el apoyo de estos miembros vulnerables de las familias, la práctica refleja que estos programas no son frecuentes y en varios casos no tienen objetivos claros para los grupos implicados, ni continuidad en la realización de los mismos. El autor inquieto ante esta situación y con el convencimiento de que la familia es la entidad fundamental de apoyo al niño y al anciano decidió iniciar un proyecto de trabajo intergeneracional confrontando en primera instancia la actitud de los niños frente a los viejos cuando estos niños conviven con ellos y cuando no lo hacen.

El trabajo se inicia con escolares puesto que sus características permiten, apoyan y parcialmente justifican el trabajo que se realice con este grupo poblacional para el fomento de unas actitudes positivas frente a lavejez y los viejos. Es en esta edad que la actitud se forma, una edad donde se ve dibujar la individualidad, el dominio por la aparición de la autodeterminación y de la iniciativa, donde como lo establecen Arévalo y cols. (1989), “el niño se vuelve capaz de organizar y planear sus actividades, se hace miembro de un grupo que adquiere para él particular importancia, es por lo general razonable, realista y positivo, permite que se le dirija ya que su comportamiento es dócil, flexible y adaptable a las circunstancias, se fija metas y persiste en ellas, está ávido de información e instrucción y organiza sus conocimientos, con inventarios y clasificaciones.

 

Otro factor que influyó en esta selección es el hecho de que estos niños permanezcan al menos una jornada (mañana o tarde) en sus casas compartiendo espacios con las personas mayores, situación que muchas veces da al niño la oportunidad de relacionarse con los viejos quienes no tienen sobre ellos responsabilidad de crianza sino solamente de cuidado.

La interacción entre niños y ancianos que se ha presentado a través de la historia tiende a ser cada día más frecuente. Se hace evidente a través de los diversos estudios analizados, que las actitudes entre unos y otros influyen en su mutua interacción y en el desempeño de sus papeles y que a su vez retroalimentan la formación o el mantenimiento de las mismas.

Según diferentes autores varios factores afectan las actitudes entre los niños y los viejos, por ejemplo, la edad y la actitud se interfieren mutuamente por lo cual es mandatario que en actividades, programas o proyectos que tengan características intergeneracionales este aspecto sea siempre considerado.

En cuanto a los papeles, la literatura reconoce particularmente la relación entre abuelos y nietos y la clasifica de diversas maneras. Se otorga además una función importante a la generación intermedia como mediadora de la interacción entre las generaciones extremas.

La cultura de un grupo social es también parte de esta actitud. Los mitos, creencias, valores y estilos de vida, permiten que la niñez y la ancianidad tomen matices diferentes y que los eventos que de estas etapas de la vida se desprendan se interpreten de diversas maneras generando por tanto diversas actitudes. En los diferentes estudios realizados en Colombia, por ejemplo, se ha documentado que la mayoría de los ancianos son personas sanas, que viven en la comunidad y cuya funcionalidad se mantiene intacta

 

(6) A pesar de ello, como lo establece Sánchez (1990), los viejos como parte de su proceso vital normal son más vulnerables a la enfermedad y una vez que pierden su homeostasis tienen mayor dificultad para poder recuperarla(7)

Esto unido a las creencias de muchas personas que la vejez y la enfermedad son sinónimos y que estar enfermo es una forma de llamar la atención, puede tener un impacto grande y negativo sobre la actitud de las personas jóvenes hacia sus mayores.

La distancia es también un factor relacionado con la actitud pero la documentación a este respecto es controvertida puesto que algunos autores afirman su valor y otros por el contrario documentan que la cercanía del viejo se asocia a problemas familiares de la generación joven y va en detrimento de su propia autoestima.

Este aspecto respalda también el planteamiento del presente estudio para buscar si es diferente la actitud de los niños frente a los viejos al convivir o no con ellos.

La educación es el factor que se ha estudiado más ampliamente en la literatura como interviniente en la actitud entre niños y ancianos. Los programas intergeneracionales parecen ser la forma más popular y significativa de dar este tipo de educación quizá porque ellos satisfacen muchos de los parámetros anteriores al tener en cuenta factores como la edad y permitir el acercamiento, la interacción, ocupación para los ancianos y el desempeño del rol de cada una de las generaciones extremas. Con base en las recomendaciones de estudios orientados de esta manera se propuso realizar el presente trabajo dentro de un plantel educativo lo cual permitirá dar respuesta a estos niños y a los ancianos a través de un programa preventivo de apoyo al envejecimiento y la vejez sana en este sitio.

El Sector de Serrezuelita cuenta con dos planteles educativos de primaria. La escuela Serrezuelita, es uno de estos y fue allí donde se llevó a cabo la presente investigación. La filosofía de dicha escuela busca con la educación el “despertar, fomentar y cultivar en el niño hábitos de colaboración, respeto mutuo y solidaridad con todos los miembros de la comunidad educativa y de la sociedad en general”, por lo cual la propuesta fue fácilmente acogida.

En cuanto a los ancianos del mismo Sector y de acuerdo con Cadena y cols. (1993) en un perfil del anciano residente que se realizó en Serrezuelita

 

se pudo establecer que son en su mayoría personas sanas, con alto nivel de funcionalidad, con un nivel educativo y adquisitivo bajo y capacitaciones vocacionales que muy pocas veces utilizan. Su participación en actividades comunitarias es infrecuente y en la mayoría de los casos ellos permanecen en sus casas al cuidado de los nietos y de las viviendas.

El presente estudio sobre las actitudes de los niños frente a los ancianos se realizó en una escuela del municipio de Funza, Cundinamarca en donde la Universidad Nacional de Colombia tiene un programa de extensión de la Facultad de Enfermería. Se buscó establecer la actitud de niños escolares frente a los ancianos cuando conviven o no conviven con ellos, para lo cual se empleó una metodología cuantitativa de tipo descriptivo correlacional, en el que se describieron y relacionaron las actitudes de cada grupo de niños. Se tuvieron en cuenta los 145 niños que acudían en forma regular a la Escuela Serrezuelita de Funza, en las jornadas de mañana y tarde y en los niveles escolares de tercero a quinto de primaria. Se empleó un instrumento que contiene una escala de intervalos aparentemente iguales cuyo método se elaboró para medir actitudes hacia los ancianos como un objetivo social. Este consta de 32 ítems, cada uno con cinco categorías de respuesta con un valor numérico asignado que fue construido y validado por López en 1982. Y que tiene reportado un coeficiente de confiabilidad del 0,91 a través del método de Sperman Brown.(1) A dicho instrumento se le añadieron preguntas referentes a la edad, curso, jornada y convivencia con el anciano. Los resultados permitieron retroalimentar el programa de extensión al cual perteneció la investigación para fortalecer el vínculo entre las dos generaciones.

  • Actitud de los niños hacia los viejos: es el sentimiento expresado por los niños con respecto a los ancianos como objeto social a través de una escala de actitudes denominada de intervalos aparente mente iguales, de acuerdo con su valor escalar.
     

  • Niños de la Escuela Serrezuelita: para el presente estudio estos son aquellos escolares que se encuentran matriculados y asistiendo regularmente a clases en la escuela Serrezuelita de Funza en los cursos segundo a quinto de primaria y en las jornadas de la mañana y la tarde.

Convivencia con el anciano: expresa si el niño cohabita (come, comparte tiempo y duerme) en su casa, con personas de una o más generaciones mayores a las de sus padres a quienes el niño identifica como viejos, ancianos o abuelos.

DISEÑO

El presente estudio es de tipo descriptivo transversal, con contraste. Para su realización se tuvieron en cuenta los niños que acudían en forma regular a la Escuela Serrezuelita y que fueran capaces de leer, comprender y responder un instrumento de medición de actitudes. De esta primera selección se determinó que la muestra serían los escolares que se encontraban entre los cursos de tercero a quinto de primaria. A estos niños se les explicó en que consistía el estudio que se planeaba realizar con el fin de obtener su colaboración y se convino con ellos, sus profesores y directivos una fecha para obtener la información de cada uno de los cursos. La muestra definitiva fue de 145 niños que se encontraban en la escuela el día de la recolección de la información y que voluntariamente quisieron participar. La aplicación del instrumento se llevó a cabo en las aulas de los niños, durante los horarios habituales de sus labores académicas y en un espacio escogido de mutuo acuerdo con las profesoras de la escuela. Se recolectó la información en forma directa a cada uno d e los alumnos participantes a través del instrumento que fue seleccionado para este estudio y que los alumnos diligenciaron por escrito.

Durante su aplicación se dio lectura a las instrucciones del instrumento para toda la clase en forma tal que se pudieron clarificar confusiones. Una monitora de la maestría de enfermería, entrenada para la aplicación del instrumento, permaneció con cada uno de los grupos para orientar a los estudiantes que así lo requirieran. El instrumento contiene una es cala de intervalos aparentemente iguales cuyo método se elaboró para medir actitudes hacia los ancianos como un objetivo social. Esta consta de 32 ítems, cada uno con cinco categorías de respuesta con un valor numérico asignado de uno a cinco en donde 5 representa la actitud más positiva del sujeto, 3 representa un punto neutro y 1 la actitud más negativa. El instrumento h e elaborado por López en 1982 y mostró alto nivel de validez y confiabilidad en instrumento se le añadieron preguntas referentes a la edad, curso, jornada y convivencia con el anciano.

Una vez aplicado el instrumento se procedió a tabularlo y analizarlo, y con base en ello se presentan los resultados.

 

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